domingo, 18 de mayo de 2014

LOS AFINES SE ATRAEN



LOS AFINES SE ATRAEN.
Por: Leonardo Diaz
Astrólogo Metafísico

La Ley de Afinidad establece que “los afines de atraen”. Para comprender como funciona la  Ley Universal de  Afinidad o Ley de Atracción no hay que ser un científico, sólo tenemos que aprender a observar y aplicar algunos principios básicos de la metafísica, en este caso el «principio de correspondencia» que nos habla de la relación existente entre el microcosmos y el macrocosmos, entre lo interior y lo exterior.

Visualiza dos recipientes idénticos, uno el recipiente “A” y el otro el recipiente “B”.  Cada uno de estos recipientes contiene materiales diferentes. Estos materiales vibran dentro de cada recipiente produciendo un campo de energía alrededor de cada uno de ellos. Según el material depositado en cada recipiente, así será el tipo de vibración que produzca el campo energético que los envuelve.

Imaginemos que en el recipiente “A” hemos colocado desechos, o lo que llamamos basura y que en el recipiente “B” hemos colocados flores. En muy fácil imaginar a quienes atraerán cada recipiente. Al recipiente “A” se le acercaran insectos, ratas, cucarachas y moscas. Al recipiente “B” se le acercaran abejas, mariposas y seres luminosos. Tenemos entonces que el contenido de cada recipiente ha determinado las características de quienes han sido atraídos hasta ellos. El principio es sencillo, como es en lo interior es en lo exterior, las energías afines se atraen.

Esta ley se cumple en nosotros los humanos. En este caso los recipientes son nuestros cuerpos  emocional y mental, y el contenido depositado en ellos está dado por el tipo de pensamientos y sentimientos que interiormente albergamos, incluso aunque sea de forma inconsciente.

Siempre atraemos hacia nuestras vidas personas y situaciones relacionadas con el contenido de nuestro interior.  Nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos y ocultos funcionan como imanes atrayendo lo afín, lo semejante.

De nada valdrán despojos o baños esotéricos sino cambian las energías emitidas desde el interior. La limpieza y transformación deben darse en el interior, cambiando la naturaleza de nuestras emociones y pensamientos.

No hay contaminante mayor que el odio, la envidia, los sentimientos de venganza y pensamientos de maldad. No hay mejor perfume que los emanados por sentimientos de amor y pensamientos elevados.

Debemos observar constantemente que tipo de personas atraemos hacia nuestros espacios personales ya sean nuestra  pareja o amigos, ya que siempre estarán relacionado con nuestras energías. Si en el escenario de nuestras vidas se presentan reiteradamente personas de malos sentimientos, entonces debemos revisarnos interiormente. Nuestros amigos, parejas, incluso los hijos y todos aquellos que hemos atraído son reflejos de nuestro mundo interno.